Recuerdo que antes del hospital El Cruce, se nos morían los vecinos en la ambulancia porque no teníamos donde derivarlos.
Florencio Varela sufrió muchísimo cuando solo teníamos el hospital Nicolás Bocuzzi
Y mientras había una estructura de hormigón abandonada en el Cruce de Varela, que cuando lo conocí a Néstor – a través de Carlos Kunkel- le conté la situación. En ese momento él era gobernador de Santa Cruz y me prometió que si asumía como presidente nos aprobaría el proyecto para realizar ahí esta obra. Por eso hay que agradecerle a él y a Cristina.
Es que el Hospital El Cruce tiene en la administración a los mejores profesionales de la región y es reconocido como uno de los mejores hospitales de Latinoamérica.
Y vino a cambiar la mentalidad, está focalizado en lo que nos hacía falta, médicos comunitarios que llegan a los barrios.
Estoy convencido que si no hubiera existido esta obra y el refuerzo de los hospitales modulares los problemas serían mayores ante esta pandemia.