Después de un duro periodo de pandemia y salida de la crisis económica y social que heredamos, pusimos en marcha un motor productivo y comercial que nos permite comprometernos con una Argentina más justa para nuestros hijos e hijas. Este 2023 vamos continuar con este plan, con el esfuerzo de todos y todas.
Por supuesto que no todos los índices son auspiciosos, o marcan los números ideales que nos planteamos. De hecho, seguimos trabajando para bajar la inflación, para que los salarios estén por arriba de ella, y para que la seguridad, la educación y la salud pública tengan cada día un rol más federal y preponderante.
Valorar todo lo que hemos logrado con el esfuerzo conjunto, pero sobre todo reconocer las dificultades presentes y los desafíos futuros, es imprescindible para lo que se viene en este año marcado por un plan de gobierno claro, en las que se volverán a enfrentar dos modelos: uno de especulación y otro productivo, y como lo marca nuestra historia, pero también el compromiso de nuestra gente, es estar junto a los que producen, comercian y trabajan por el crecimiento de la patria.
En medio de todo eso se enfrentan también dos modelos aún más contrapuestos: mafias o democracia. Hemos sido testigos en los últimos meses de los manejos espurios de un sector de la política, la Justicia y grandes empresarios, que atentan contra la división de poderes, las instituciones y, en definitiva, la democracia toda.
Esto es un poco lo que marcó recientemente el Presidente, y lo que repetimos todos aquellos dirigentes que estamos convencidos que este 2023 nos debe encontrar más unidos que nunca, trabajando por esta agenda de producción y desarrollo, pero también por las banderas históricas del justicialismo.
A los vecinos y vecinas les digo que vamos a dar lo mejor de nosotros, nuestro mejor esfuerzo, para hacer realidad los sueños con los que nos comprometimos, y a los miles de militantes de Florencio Varela, la provincia y el país, los invito a ser parte de esta reconstrucción federal que iniciamos hace ya tres años.