Durante una sesión especial por el 24 de marzo en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, rendimos homenaje a los 30 mil compañeros y compañeras desaparecidas y a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Pero ese homenaje debe ser todos los días a través de políticas de Estado concretas que den continuidad a sus sueños y utopías por una Patria libre, justa y soberana.
En el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, entronizamos de forma permanente en el recinto de Diputados el distintivo pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, símbolo de su trayectoria y su lucha en reclamo por la desaparición de personas durante el terrorismo de Estado y contra la dictadura cívico militar.
Es un homenaje que debería realizarse los 365 días del año porque como dirigentes políticos tenemos el compromiso de seguir el camino que marcaron aquellos que ya no están para mantener viva la llama de la esperanza y construir una Argentina para todos y todas al igual que lo hicieron Evita, Perón, Néstor y Cristina.
Las luchas son por algo y este es el momento de seguir unidos trabajando juntos para ayudar a nuestro presidente Alberto Fernández y a nuestro Gobernador Axel Kicillof porque esa es la mejor manera de recordar a aquellos que ya no están.
La revolución es servir al otro a través de acciones concretas que impulsen políticas de Estado en todas las áreas y esa es la mejor forma de mantener viva la memoria y seguir conquistando derechos.