Celebro estas nuevas medidas adoptadas por el gobierno nacional para combatir el delito en el Gran Buenos Aires, que se dan a partir de una ola de inseguridad desatada en varios partidos del conurbano bonaerense.
Creo firmemente que es una urgente, necesaria y oportuna decisión que han tomado el Presidente y el Gobernador para atacar una problemática que lamentablemente está creciendo en los últimos meses y que pone en vilo y en peligro a los vecinos del Gran Buenos Aires.
Valoro que estas medidas estén siendo acompañadas en la provincia de Buenos Aires a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos con políticas de inclusión social penitenciaria y post penitenciaria, que apuntan a evitar la reincidencia en los delitos, teniendo en cuenta que está demostrado que con más patrulleros y más presencia policial no arreglamos el problema.
La inseguridad debemos abordarla de manera integral, con más y mejor equipamiento para las fuerzas de seguridad, pero apostando a fortalecer la educación, la formación en oficios, el deporte en los chicos y la juventud, y un seguimiento del Estado para con los liberados de las unidades penitenciarias.